La vulva puede saber dulce, salada, metálica o amarga… hoy hablamos sobre a qué sabe la vagina.
Ok, hablemos sin rodeos: esta es una de las preguntas más buscadas cuando hablamos de sexo oral. Y aunque mucha gente lo pregunte con morbo, lo cierto es que el sabor de la vagina no es un misterio, ni un tabú, ni algo de lo que haya que avergonzarse.
Y vamos por pasos. Lo que llegamos a “probar” es realmente la vulva, pues esta es la parte del sistema reproductor que se encuentra fuera del cuerpo, la vulva incluye los labios mayores, menores y la abertura vaginal. La “vagina” es realmente la parte interna, es el conducto que conecta a la vulva con el útero.
Ahora sí, el sabor de la vulva puede ser distinto, incluso cada día, y está relacionado con la salud sexual, el ciclo menstrual, hábitos y alimentación.
La vulva siempre sabe diferente
La primera gran verdad es que el sabor de la vulva cambia. No existe un único sabor, porque depende de factores como:
- pH vaginal: normalmente ácido (entre 3.8 y 4.5). Eso hace que tenga un sabor entre metálico, agrio o ligeramente amargo.
- Flujo vaginal y ciclo menstrual: el sabor puede variar según la fase del ciclo menstrual, pues esto también cambia nuestros hábitos de alimentación y el flujo cervical a lo largo del tiempo.
- Menstruación: la sangre contiene hierro, lo que le da un sabor metálico.
- Transpiración y actividad física: el sudor y las bacterias naturales de la piel también influyen en el olor y sabor.
¿De qué depende el sabor de la vagina?
Hábitos de higiene
La vulva huele a vulva. No, no necesitas “perfumarla” ni hay que preocuparse porque “huela a limpio” y de hecho, las duchas vaginales o jabones pueden alterar la microbiota natural. Lo ideal es agua y jabón neutro en los labios, y solo usar agua en la abertura vaginal, es decir… lavar con agua y jabón neutro lo que es “piel y vellos” y lavar solo con agua la “entrada” hacia el cuerpo; lo mismo con el clítoris y su pequeño capuchón, solo agua.
Así que una buena higiene ayuda a mantener el equilibrio del pH y con ello se previenen infecciones o alteraciones que produzcan mal olor.
Alimentación
¿Has escuchado que comer piña “endulza” el semen o el sabor de la vagina? Bueno, la verdad es que no hay estudios científicos concluyentes sobre los alimentos endulzando los fluidos corporales, pero sí se sabe que lo que comes influye en el olor corporal en general.
Alimentos como el café, alcohol, ajo o espárragos pueden dar un olor y sabor más amargo, mientras que frutas y vegetales frescos pueden producir aromas menos intensos.
Salud vaginal
Las infecciones pueden alterar el pH y generan sabores y olores desagradables. Si hay un mal olor y cambios en el flujo vaginal lo mejor es acudir al médico. También es importante cuidarte realizando pruebas de detección de Infecciones de Transmisión Sexual cada 6 meses y papanicolaou y colposcopia año con año.
Ciclo menstrual
Ya lo dijimos, pero vale repetirlo: los cambios hormonales modifican el flujo y el sabor. A esto, se le suman los hábitos alimenticios a lo largo de este tiempo que también pueden sumar a los cambios en el sabor y olor de la vulva.
Los mitos más comunes sobre el sabor vaginal
Las vulvas saben mal
Falso. Una vulva no va a saber a helado de vainilla, claro está. Así que se trata de un sabor completamente natural, y con buenos hábitos, igual no sabrá a dulces, pero no será desagradable. La vulva puede tener sabores amargos o ácidos, pero realmente el saber “mal” es una perspectiva completamente subjetiva. Lo que sí, es que sí hay un mal olor, flujo extraño o comezón, es porque algo no anda bien.
Hay que usar perfumes íntimos para oler o saber bien
Falso. Por el contrario, eso puede desequilibrar la flora vaginal y causar infecciones.
Todas las vaginas saben igual
Falso. Como en todo lo relacionado con el cuerpo, cada uno es único.
¿Cómo mejorar el sabor de mi vagina?
Acá hay que recordar una vez más: la vulva sabe a vulva y no hay por qué “mejorar” su sabor. Solo preocúpate por mantener hábitos que en general, te ayuden a mantener un cuerpo saludable.
Toma agüita
Tomar suficiente agua ayuda al cuerpo a eliminar toxinas y a que los fluidos sean más ligeros.
Mantén una alimentación balanceada
Asegúrate de llevar una dieta con frutas, verduras, yogur con probióticos y menos alimentos ultraprocesados, azúcares o grasas.
Usa ropa interior de algodón
La ropa interior que es cómoda, ligera, transpirable, fresca evita el exceso de humedad. También asegúrate de elegir prendas que no aprieten tu vulva y entrepierna, esto no solo para mayor comodidad, sino también para evitar infecciones o alguna pequeña lesión.
Cuida tu salud sexual
Realiza tus pruebas de detección de infecciones de transmisión sexual de forma regular, la recomendación es realizarlas cada 6 meses o 3 meses después de una relación de riesgo (o sea sin condón). También acude a tus revisiones ginecológicas y realiza tu papanicolaou y colposcopia año con año.
Disfruta con libertad
No hay por qué obsesionarse. La vulva no está hecha para oler a flores ni saber a chocolate.
¿Y por qué nos importa tanto a qué sabe la vagina?
Porque el sexo oral puede ser parte importante de la intimidad de algunas personas, y hay muchos tabúes que nos han hecho pensar que los fluidos vaginales o el olor de la vulva son “sucios”. La realidad es que la sexualidad también es aceptar nuestros sabores, olores y cambios naturales.
Hablar de esto abiertamente es una forma de romper estigmas, normalizar la diversidad de cuerpos y fomentar una vida sexual más libre, sana y placentera.
Así que la vulva sabe a salud, a diversidad, a tu cuerpo en libertad y movimiento. Y eso está bien.
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Nos despedimos, no sin antes dejarte por acá esta infografía 🙂