Para quienes se oponen a la legalización del aborto, la interrupción del embarazo es equiparable a un homicidio. El propio arzobispo Víctor Sánchez Espinosa, al retomar las palabras del Papa Francisco, aseguró que son “sicarios” aquellas personas que cometen el aborto, así como quienes legislan para que se permita.