Pastilla de emergencia. Hace unos días compartimos los datos básicos sobre la PAE, hoy te dejamos algunos testimonios de chicas usándola.
Me la tomé varios días después.
La primera vez que usé la pastilla de emergencia fue a los 24 años sin conocimiento previo, fue por ignorancia y miedo. En ese tiempo, no llevaba un control de mi periodo y tampoco me estaba cuidando con algún método anticonceptivo (al fin no tenía pareja, me dije). Tuve relaciones sin protección, total ¿qué podía pasar? ¡no creo que pegue a la primera! me dije tontamente como seguro ha sido el caso de otras mujeres. Días después al ver que se acercaba mi período y no tenía los mismos síntomas que de costumbre, me empecé a preocupar. ¡Me auto recete la pastilla de emergencia varios días después! (ya sé, suena a chiste) y obvio no funcionó. Ese día me sentí muy mareada, con ganas de vomitar y cansada, total que el boom de hormonas no me sirvió y terminé haciéndome un aborto por no cuidarme.
La segunda y última vez que la he usé, fue a mis 32 años. Ya tenía una pareja estable, nos cuidábamos mucho (y lo seguimos haciendo). Usábamos píldoras y condón, llevaba un registro de mi periodo a través de una APP. El día que tuvimos sexo con protección sentimos que parte del semen se había salido, y como no estábamos seguros, decidí llamar a mi ginecólogo ese mismo día y contarle lo que pasó. Él sugirió como medida de urgencia tomar la píldora del día después, aunque me dijo que difícilmente un anticonceptivo usado adecuadamente más el condón tendría un fallo. De cualquier manera tomé la pastilla de emergencia ese mismo día, una hora posterior de haber tenido relaciones tal cual me indicó el médico. Sólo recuerdo que me dio mucha sed pero todo bien. Seguí tomando mis pastillas anticonceptivas de manera regular y usando condón cada vez que teníamos sexo. Así ocurrió hasta ahora que decidimos tener un bebé.
Mónica, 39 años
La pastilla de emergencia no funcionó y tengo una hija.
Con mi esposo venía saliendo de una crisis de pareja, yo tenía 42 y ya teníamos un hijo de 4 años y medio. Al día siguiente me pregunté si quería o no otro hijo… Y cómo no encontré una respuesta contundentemente positiva, decidí comprar la pastilla en la farmacia del súper. Pero no funcionó, tuve a mi “pilón”… una hermosa niña de 3 años y medio. Confié en la pastilla, no sabía que se usaba el DIU como método de emergencia, porque ya la había usado con anterioridad y en ese tiempo sí había funcionado. Pero esta vez no, y tuve miedo porque cuando acudí con mi médica (después de hacer una prueba de embarazo casera que resultó positiva) me comentó que en algunos casos las pastillas de emergencia generaban embarazos ectópicos y otras complicaciones… me sentí culpable y preocupada por haber actuado irresponsablemente, pues puse en riesgo mi salud.
Jaz, 45 años
Es una gran opción si te fallan las cuentas.
Yo siempre me cuidaba con los preservativos, pero sólo en días fértiles. Entonces a mis 25 años, por una duda en las cuentas, y para no tener otras consecuencias decidí tomarme la pastilla del día siguiente, me la recomendó mi novio de entonces que era ginecólogo. Y funcionó perfecto, después cambié de anticonceptivo y decidí utilizar el implante, y desde entonces llevo ya llevo 4.
Definitivamente recomiendo la píldora de emergencia cuando existen dudas, siempre es mejor ir usarla y resolver, que tener otro nivel de preocupaciones, pero eso sí, los efectos “secundarios” por de la carga hormonal son horribles: mareos, náusea asquerosa, que ni siquiera podía estar despierta. Por eso sé que no es un método regular, es tal cual de emergencia. Y una emergencia debe ser clara en su concepto.
La usé nuevamente ya casada… mientras tuve que “descansar” un poco del implante, tuve otra vez un mal cálculo y te lo juro, tuve que pensarla muy bien antes de tomarla, y hasta pedir dos días de vacaciones en lo que me pasaba el efecto porque tengo endometriosis y no la paso muy bien.
René, 38 años
Sentí que le fallé a mi cuerpo.
Me he tomado la píldora del día después dos veces en la vida (en mis veintes) y las dos me sentí mal no solo física sino emocionalmente, puesto que sentí mucha culpa por usarla, me sentía pésimo por haberle fallado a mi cuerpo.
Además, después de tomarme las píldoras subí de peso y durante los tres o cuatro meses siguientes tenía menstruaciones de hasta ocho días cuando normalmente son de tres. Incluso, el primer mes tras la toma sentí mucha ansiedad puesto que no sabía si iban a funcionar o no. En ambas ocasiones me di cuenta que para mi pareja era muy sencillo que yo me tomara las pastillas y ¡listo! Él fue incapaz de entender lo mucho que iba a pasar en mi cuerpo.
Lu, 32 años
Después de tomarme la pastilla de emergencia se me fue la leche.
Tenía 25 años y mi esposo y yo usábamos el condón pero se rompió. Recuerdo cuando me dijo: “chiiin”, yo: ¿qué pasa?, y él respondió: “se me rompió el condón”, dije: “no puede ser” puesto que estaba amamantando, tenía cuatro meses aproximadamente dando pecho. Recuerdo que pensé: me tengo que tomar la pastilla de emergencia, pero tengo que preguntarle al pediatra si puedo hacerlo o no. Le escribí y le dije: ¿puedo tomarme la pastilla de al día siguiente? Me respondió: ¡claro!, no le hace daño al bebé, pero se te puede disminuir la leche”. Desgraciadamente eso fue lo que me pasó, me cortó la leche y me dolió en el alma no seguir lactando más. La verdad no imaginé que se me fuera a cortar tan rápido pues en una semana yo estaba “seca”. Por ello fue una experiencia triste, lloré mucho.
Recuerdo que mi pareja me dijo: “¿qué tiene que te embaraces de nuevo si estamos casados?. Pero yo no quería ser madre nuevamente, si apenas tenía muy poco de haber parido.
Jesy, 37 años
Dos pastillas de emergencia, dos hijos.
Tenia 26 años y estaba comprometida con mi novio, conocía bien mi ciclo menstrual y recuerdo que tuvimos relaciones sexuales en mis días fértiles y no usamos condón, así que me tomé la píldora antes de las 24 horas y ¡zas! cuando debía llegar mi ciclo menstrual no llegó. ¡Estaba embarazada! Así que tuvimos que adelantar la boda. Mi primera píldora de emergencia se llama Leo.
La segunda vez que me la tomé fue la misma situación y ¡zaz, otra vez embarazada! tenía 29 años entonces, y esta segunda píldora se llama Said, son las únicas dos veces que la usé sin ningún otro método, por eso estoy muy segura que no me funcionó. Después de que nació Said decidí ponerme el SIU, que sí me ha funcionado y además, mi esposo se hizo la vasectomía.
Irene, 35 años
No se la recomiendo a nadie ¡es horrible!
Usé la píldora hace como 12 años, tenía 25 años. Le pregunté a una de mis amigas que estudiaba medicina y me la recomendó. La verdad es que no “me latió nada” cómo me sentí después de ingerirla. Mucho dolor, cólicos, cansancio y mal humor.
Me la tomé porque no me cuidé, apenas estaba iniciando una relación con esa persona (con la que ya no estoy) y no me imaginaba tener un hijo con él, además apenas comenzaba a trabajar y estaba por terminar mis estudios universitarios. Así que fuimos a comprarla juntos, cuando me sentí mal fui de inmediato con mi médica y me explicó que así se siente la píldora de emergencia, por eso no hay que usarla tan frecuente.
La verdad yo recomiendo mejor utilizar un método anticonceptivo regular y no una pastilla del “día después” porque se siente uno fatal. Desde entonces siempre me cuido e invierto en mis anticonceptivos regulares.
Karla, 37 años
¡Me dolía la cabeza peor que una migraña!
La primera vez que supe de la pastilla de emergencia fue hace como 12 años, comencé a escuchar en la radio que existía y vi un par de anuncios en revistas. La usé dos veces en mi vida y ambas fueron porque tuve sexo sin protección y en mis días fértiles.
La verdad es que ambas veces tuve un dolor de cabeza muy severo, ¡peor que una migraña! Además, me sentía ansiosa y no paraba de llorar, incluso, no podía cerrar los ojos por el intenso dolor de cabeza. ¡Fue terrible cómo me sentí! Pero ambas veces funcionaron y no me ¡embaracé!
La primera vez que la compré tuve que ir a una farmacia grande, porque en las de barrio no las vendían. La segunda vez fue mi esposo el que la consiguió. Y desde entonces no me la he vuelto a tomar y no quiero volver a hacerlo.
Lú, 46 años
Por Guadalupe Camacho, @Lupichick, periodista y académica mexicana